Hunter's Chronicles

Aqua y Kairi son dos jóvenes normales pero sus vidas se van a unir muy pronto cuando las lleven a una academia de cazadores de vampiros, donde descubrirán su verdadera identidad.

domingo, 21 de noviembre de 2010

¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡Atención!!!!!!!!!!!

A partir de este capitulo la historia se fusiona Kairi y Aqua comienzan sus aventuras juntas

Nos vemos en la póxima noche

Hunter Chronicles Kairi-Como yo-4 parte 2

Noche 4. Igual que yo (parte 2)

Durante los siguientes cuatro días la rutina fue la misma, entrenaba desde antes del alba con Helios y seguidamente tenía el entrenamiento estándar con los demás, por supuesto, nadie sabía que yo realizaba aquel entrenamiento especial, tampoco se lo había comentado. Yo me relacionaba con los aprendices a cazador, pero sentía como si no hubiera nadie capaz de comprenderme, incluso cuando hablaba con Gorka y los demás, sentía sus pensamientos, ideas y sentimientos muy alejados de los míos, por eso vivía encerrada en mi misma, aunque lo disimulaba para no preocupar a los demás.

Un día tras terminar el entrenamiento estándar me dirigí, como siempre, al comedor, pero divisé a Helios entre algunos árboles por lo que me dispuse a seguirlo, mi curiosidad podía más que mi cansancio y mis ganas de comer. Helios se adentró en el edificio central, lugar en el cual se reunían los cazadores para el encargo de misiones, los tutores para organizar las prácticas y también se encontraba el director, un hombre que según por lo que me había contado Sarah, era de pocas palabras y no solía salir de su despacho, también me enteré por los gemelos y Gorka que Helios era su hijo y que fue un gran cazador en el pasado pero que había colgado la espada para dedicarse a entrenar a las siguientes generaciones de cazadores.

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Me escabullí velozmente entre los dos guardias que se encontraban en la entrada, gracias en parte a que los entrenamientos de Helios había empezado a dar sus frutos, me deslizaba como una sombra por el edificio, a una distancia prudente porque además de ser un gran tirador, ágil, y fuerte, tenía un olfato bastante sensible por lo que intentaba ocultar mi olor colocándome estratégicamente en esquinas y lo más cerca de otros cazadores, sin que me vieran, claro, Helios se detuvo delante de una enorme puerta la cual me recordaba a la entrada de columnas en la que se adentró nada más llegar, el primer día.

Esperé unos minutos y pegué la oreja en la puerta, agudicé mi sentido del oído que junto con mi agilidad habían mejorado notablemente esos 5 días en la academia.

-¿Qué ocurre padre?- preguntó Helios solemne.

“Padre”, ese debía de ser el director de la academia y al parecer aquella reunión no estaba convocada.

-La hemos encontrado- dijo con voz tranquila el director.

-La heredera de Hizumaya- dijo con un tono sorpresivo en su voz- Se dice que junto a la familia Kyuritso hacían una pareja imbatible.

-Las fundadoras de estos dos clanes, Izuya la espadachín de la estrategia niebla y Kyuso, hechicera de las 5 armas atributos además de ser capaces de derrotar de un solo ataque a mil básicos y a cien purasangre, fueron conocidas por “Las gemelas del caos”

- Que tétricas, nunca me has contado más sobre ellas, ni tampoco se las menciona en la academia- dijo Helios recuperando su tono de indiferencia.

-Sencillamente porque son un misterio, tras la guerra vampírica desaparecieron sin dejar rastro y días después en los batallones que dirigieron cada una aparecieron unos pergaminos con instrucciones que debían llevar a cabo, tras aquello esos dos clanes estuvieron viviendo en la sombra, sin querer saber nada del mundo exterior, en algún lugar del inmenso planeta tierra- dijo poniendo énfasis a sus últimas palabras.

Yo estaba atónita, al parecer mi clan y el Hizumaya estaban unidos por lazos de sangre, deducí que seguramente aquella chica debía ser como yo y la verdad es que me alivié.

Tras aquel descubrimiento me alejé a la cafetería con una sonrisa de oreja a oreja pensando en cómo debía ser la chica y que si su situación era como la mía.

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Al llegar al comedor los chicos habían terminado de desayunar, me puse en la cola cogí unos crossants y un tazón de leche, me los terminé rápidamente y fui con los demás.

-Has tardado – me increpó Gorka de broma.

-Tenía cosas que hacer- le contesté chula.

-Ah, Kai nos hemos enterado de una cosa- dijo Gorka

Yo le miré extrañada.

-Viene- comenzó Zack

-Una nueva alumna- terminó Lee.

-¿Enserio?- pregunté sorprendida.

-Si, dicen que es de la nobleza- puntualizó Sarah.

Se me abrieron los ojos como platos, se me aceleró el corazón y la respiración se me entrecortó.

-Y… y… cuando has dicho que viene.

-Deberían de llegar en breve- dijo Zet quitándose los cascos por un momento y volviéndoselos a poner.

Tras aquello salí disparada a la entrada los demás me siguieron muy extrañados, cuando llegué un numeroso grupo entre aprendices, rastreadores y algún tutor se encontraba en torno al portón principal. Entre empujones llegué a la primera fila en el preciso instante en el que se abrió.

Por ella entró una joven alta, delgada, cabellos rojizos y ojos azul hielo, le seguía una pantera con un parche en un ojo, la joven tenía cara de pocos amigos y el ceño fruncido.

-¿Qué es esto un espectáculo? Ah circular, ya- exclamó.

La multitud se fue dispersando a excepción de nosotros que esperábamos que sucediera

algo más. De repente detrás de la chica apareció una joven de nuestra edad con pelo azul corto, alta estaba empapada de la cabeza a los pies y tiritaba como si tuviera el móvil en vibración

-En serio, tu eres la única persona que conozco que nada más salir de un ferri se cae por la escalera al agua- dijo la joven de mal carácter.

-y-y-y… y-y-o que qui-ieres que le haga ya te he di-i-cho que soy gafe, Arua- dijo castañeando los dientes.

- No si de eso ya me he dado cuenta- dijo y a continuación le pegó un capón- y no me llames de tú, estúpida.

La joven se percató de nuestra presencia y nos dirigió una mirada amenazante.

-¿Y vosotros que miráis, largo, de prisita?

Nos fuimos un poco contrariados, sobre todo yo, no era lo que me esperaba pero peor me fue a mí el primer día.

El resto del día me lo pasé en el cuarto leyendo cada libro de la biblioteca y hablando con Zero.

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Cuando el sol dio paso a la luna sentí que alguien golpeaba mi ventana me asomé y recibí un golpe con una piedra.

-Que ya he salido no hace falta que siga tirando piedras.

-Ups, perdón- dijo Gorka.

-Ah, eres tu Gorka ¿Qué ocurre?- pregunté extrañada saltando desde la ventana.

-La chica que nos encontramos esta mañana va a recibir su rastreador y es obligación ir a la ceremonia- dijo Zet saliendo de un arbusto.

Asentí y nos dirigimos al lago curación. Cuando llegamos Sarah y los gemelos se encontraban allí, en la primera fila, mientras nos adentramos en la marabunta, observé como la joven iba siendo conducida hasta el altar, eso me recordó a cuando yo pasé por ello, al principio me sentía fuera de lugar y sin saber qué hacer, seguramente ella sentía lo mismo.

Cuando llegó al lugar, el anciano del lago le acercó el joyero de los colgantes, estaba impaciente por saber en cual de los cuatro colgantes la elegirá pero de repente cuando se intentó probar el primero los cuatro colgantes le lanzaron un rayo dejándola medio inconsciente. Las miradas de los demás se transformaron en miradas de desaprobación y miedo, los allí presentes empezaron a cuchichear.

La joven empezó a sentirse mal por aquella atmosfera y yo no podía aguantar esa situación por lo que salté encima de la multitud y corrí hasta su lado.

-Rápido despierta, chica- dije zarandeándola. Ella comenzó a reaccionar y me miró, sus ojos zafiros hicieron que un recuerdo vagamente volviera a mí memoria, todos los que estaban allí enmudecieron al ver mi reacción. Del bolsillo de la joven calló un colgante de un dragón enroscado en un cuerno, comprendí que ella era como yo, su rastreador no sería común por lo que cuando se recuperó le tendí el colgante y me aparté, ella me sonrió. De repente el cuerno brilló y de el surgió una enorme criatura dorada era una especie de dragón con una piel que parecía una fuerte armadura y ojos verdes cual esmeraldas. La joven quedó sorprendida al igual que el resto, por l que con un silbido llamé a Zero que apareció en forma de un gran zorro plateado de 5 colas, su sorpresa fue mayúscula pero rápidamente volvió a sonreír. Yo hice un gesto para que me siguiera, el resto no salía de su asombro y nos seguían con la mirada hasta que desaparecimos entre la maleza.

Cuando llegamos a la habitación le extendí la mano.

-Me llamo Kairi Kyuritso.

Ella me la chocó.

-Yo soy Aqua, Aqua Hizumaya.

Su sonrisa era sincera y sabía que nuestra amistad sería eterna.