Capítulo 7 - El día después...

 Noche 7. El día después.

<<No te acerques, te haré daño>>

<<Me da igual, se lo que eres>>

<<Sabes lo que soy pero ¿Sabes quién eres tú?>>

Kairi despertó sudando con las manos agarradas al cuello, estaba en su habitación, Aqua a su lado, Zero y Nikkie también, durmiendo plácidamente.

Lentamente y en silencio se dirigió al baño, allí se miró al espejo e inspeccionó su cuello en busca de marcas de lo ocurrido anoche, pero no encontró nada.

¿Habría sido una alucinación? De repente tuvo un flashback de aquel momento y se llevó la mano al cuello. No, había sido demasiado real para una alucinación.

Kairi salió del baño, se vistió, cogió el Artemis y se dispuso a salir del edificio.

-Helios me echará la bronca por llegar antes pero no puedo quedarme quieta más tiempo.

-Kairi- dijo una voz adormilada a su espalda- ¿Por qué te has levantado tan pronto?

Kairi se dio la vuelta y vio a Aqua en el pasillo, en pijama, con el peso despelusado y cara amodorrada, restregándose los ojos con los puños.

-No podía dormir, así que me voy a entrenar ¿Te apuntas?

-Dame tres segundos- añadió bostezando.

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Se encontraban en su campo de entrenamiento, una enfrente de la otra, Kairi, Artemis en mano y Aqua sujetando su Destiny Soul y White Demon.

-¿Luchamos?- preguntó Aqua.

-Por supuestos- contestó Kairi echando a correr.

Sus ojos se iluminaron y Aqua hizo lo mismo.

Comenzaron a luchar y a los diez minutos estaban en el suelo muertas de risa, con brazos y piernas liados y sudando la gota gorda.

-Eres buena- logró decir Aqua entre jadeos.

-Tú también- dijo casi sin aliento Kairi.

Esta se levantó y le tendió la mano a Aqua, la joven la chocó y se levantó.

-Gracias amiga- dijo con una sonrisa de oreja a oreja- ha sido un buen combate.

-Tienes unas espadas increíbles.

-Tu Artemis no se queda atrás.

-Pero vuestro cerebro tiene el mismo tamaño- dijeron a dúo Arua y Helios dándoles un capón.

Aqua suspiró y miró a Arua.

-¿Cuándo empezamos?

-Hoy es domingo y no se entrena.

Aqua y Kairi se miraron con cara de “Y entonces qué hacéis aquí echándonos la bronca”

-Pero vosotras tenéis entrenamiento especial, vais retrasados con respecto a los demás cazadores- dijo Helios poniendo los brazos en jarras.

-Imposible-determinó Kairi- Si nos levantamos casi antes del amanecer, hacemos el entrenamiento especial y luego vamos con los demás deberíamos ser las más aventajadas no al revés.

Arua y Helios se miraron dando a entender que tenía razón.

-Vale, podéis iros pero que conste que mañana vas a sudar de lo lindo Kairi- advirtió Helios con su tono de indiferencia- ¿Lo captas?

-Vale, tu tran…- Kairi comenzó a perder el equilibrio hasta deslomarse, pero con un rápido movimiento Aqua la sostuvo entre sus brazos.

-Huy, por aquí tenemos a una anémica-dijo sonriendo- ¿No estarás con la regla?- le susurró al oído.

-No… digas…bobadas-exhaló Kairi antes de perder el conocimiento.

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Kairi abrió poco a poco los ojos, se incorporó lentamente y observó el lugar, se encontraba en una especie de enfermería, vestía un camisón blanco y tenía conectado un fino tubo  a una bolsa de sangre.

-¿Qué ha pasado?

-Te desmayaste por la falta de sangre- dijo Aqua que estaba sentada en su cama, con cara de preocupación- ¿Estás bien?

-Si...contestó Kairi- oye Aqua…

No pudo terminar la frase, Gorka, Zet, Lee, Zack con Sarah a la cabeza entraron en tropel en el cuarto y Sarah se abalanzó apartando a Aqua y abrazando a Kairi.

-¿Qué te ha ocurrido? ¿Qué te ha hecho Aqua? Sabía que ibas a acabar mal con ella- exclamó Sarah poniéndose melodramática.

-No ha sido culpa suya- aclaró Kairi sonriendo- seguro que el cansancio de la misión de ayer me ha pasado factura.

-Pero…-comenzó Lee.

-…has perdido…-continuó Zack.

-…sangre-terminó Zet.

-Anda Zet, no sabía que fueras el trillizo perdido- se burló Gorka.

Zet miró a Gorka con los ojos entrecerrados, se puso los cascos y miró hacia otro lado.

-Me ha ignorado- se lamentó Gorka, Lee y Zack le dieron unas palmaditas en la espalda para consolarle.

-Pobre Gorka- dijo Aqua- mira que eres Zet.

Zet se ruborizó hasta las orejas.

-Uy… Zet se ha puesto rojito- le pinchó Gorka.

-Vámonos Gorka…Adiós A-Aqua- y se fueron, Zet arrastraba a Gorka por la parte posterior del cuello de la camisa.

-Me secuestran- gimió Gorka.

-¿Alguna vez dirá bien mi nombre?- suspiró Aqua sacudiendo la cabeza.

De repente apareció Helios por la puerta, dando unas palmadas.

-Venga reclutas, despejando, tu no Aqua- Helios pilló a Aqua en plena huída.

-¡Mierda!- masculló Aqua dándose la vuelta como un perro con el rabo entre las piernas.

Helios se sentó en la silla y miró fijamente a Kairi.

-Esto se está convirtiendo en costumbre ¿eh?- dijo con alteranía.

-¿El qué?- preguntó Aqua extrañada.

-Caer inconsciente- respondió Helios alzando la vista para mirar unos segundos a Aqua y volviendo a clavar sus ojos en los de Kairi.

-Anoche te desmayaste tras mostrarle la academia a Wifer, el te trajo a la enfermería, me avisaron de lo ocurrido y fui inmediatamente, te hicieron un cheque pero no había nada extraño- dijo Helios- así que Wifer te llevó a tu cuarto.

Kairi enrojeció súbitamente.

-Kairi, te tengo dicho que nada de traer chicos al cuarto para  hacer guarrerías- dijo Aqua con guasa.

-Tranqui tomate cherry , te traje yo- aclaró Helios revolviéndole el pelo- no me fío de ese Wifer.

El enrojecimiento desapareció y Kairi abrazó a Helios.

-Gracias.

-Que si, que si, de nada, pero suéltame ya- dijo Helios mirando hacia otro lado.

-Te has puesto rojo…-canturreó Aqua.

Helios le atizó con el puño en la coronilla.

-Arua me ha dado permiso- dijo con una sonrisa perversa.

Aqua se cruzó de brazos, refunfuñando.

-Bueno, tengo una misión, así que me largo, tú, recupérate, y tú cuídala- dijo aburrido, revolviendo de nuevo el pelo de Kairi y luego saliendo de la habitación.

-Creo que le gustas- le susurró Aqua a Kairi.

-¡Te he oído!- oyeron que chillaba Helios.

-Mierda- masculló Aqua.

Kairi se riño en voz baja. Le encantaba estar con Aqua, era divertido y se lo pasaba muy bien con ella.

De repente Kairi comenzó a retorcerse, agarrándose el cuello.

-¡Kairi, que te ocurre!- chilló Aqua desesperada.

-¡Me duele, me arde el cuello!- chilló Kairi.

Kairi volvió a caer inconsciente, Aqua observó como aparecía una marca grisácea en el cuello de Kairi.

-Pero… ¿qué pasa?- Aqua no sabía que hacer.

Kairi agarró la mano de Aqua, ella la miró, sus ojos se habían vuelto rojo escarlata.

-¿Ka…Kairi?- Aqua estaba asustada.

Con un ágil movimiento agarró el cuello de Aqua y clavó unos colmillos en él. Aqua soltó un grito de sorpresa que se convirtió en un pequeño gemido.

-Kairi…no…-solo le salía un pequeño hilo de voz-eres…un…vampiro-la última palabra salió de entre sus labios con un suave susurro antes de desplomarse.

Los ojos de Kairi volvieron a la normalidad, sacudió la cabeza aturdida pero cuando vio el cuerpo desplomado en el suelo de Aqua pegó un fuerte chillido, pidiendo ayuda.

Arua apareció con el rayo y se encontró a su alumna en el suelo.

-Pero… ¡Aqua!- chilló y la cogió en brazos dejándola en la cama- vigílala, voy a buscar a una enfermera- y salió como una exhalación de la habitación.

-Aqua…-Kairi acarició su pálido rostro.

Sintió una pequeña descarga, unos flashbacks aparecieron súbitamente, los minutos anteriores se vieron nítidos y Kairi se apartó de Aqua. Con la yema del índice palpó unos largos colmillos que se retraían lentamente hasta su tamaño normal, un leve dolor surgió en su cuello. Se dirigió al baño y delante del espejo observó como una marca grisácea suave pero perceptible brillaba de forma intermitente.

-Es como la de…-su semblante se volvió serio, frunció el ceño apretó los puños y salió del baño. Abrió el armario que había junto a la puerta del servicio, allí encontró su ropa y el Artemis. Se vistió rápidamente pero al intentar coger el Artemis, este la repelió, con una descarga, aguantó el dolor y lo guardó en una bolsa, el dolor cesó tras guardarlo.

Abrió la ventana y antes de saltar echó un último vistazo a  Aqua.

-Lo siento.

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El sonido de las ramas de los árboles movidos por el viento era lo único que se escuchaba. La noche, oscura y profunda parecía haber detenido el tiempo en un pequeño claro, en donde se encontraba el lago curación.

En sus aguas se reflejaba la luna creciente que mostraba un resplandor escarlata.

Una sombra se encontraba en la orilla.

-Te encontré- dijo una voz a su espalda- Seif

-¿Kairi?- Seif se dio la vuelta- ho…

Kairi le miraba con ojos inquisitivos y el ceño fruncido.

-¿Qué ocurre?

-Tú lo deberías saber ¿Eh, Seif?- dijo Kairi de mala gana, apartándose el pelo y mostrando la marca que parpadeaba intensamente- Tú me has hecho esto.

Seif no contestó, Kairi apretó los dientes.

-Por tu culpa he hecho daño a Aqua- exclamó Kairi.

-No te he obligado a hacer algo que no estuviera en tu naturaleza.

-¿Qué quieres decir?

-Ese instinto asesino lo tienes desde que naciste, Kairi, eres una vampira de nacimiento.

-Nos vemos en la próxima noche-